top of page
Foto del escritormingaverdepermacul

CÓMO HACER UNA PRUEBA GRANULOMÉTRICA PARA SABER LA COMPOSICIÓN DE NUESTRO SUELO

La GRANULOMETRÍA es una técnica sencilla y casera con la cual podremos saber a grandes rasgos cómo está compuesto nuestro suelo y mejorarlo en caso que sea necesario.



Al final de la muestra podremos reconocer en cuanto porcentaje nuestro suelo está compuesto por grava, arena, limo, arcilla y materia orgánica.

El suelo es la combinación de tres tipos de partículas de roca erosionada. Estos tres tipos son el suelo arenoso, suelo limoso y suelo arcilloso. Además hay funciones de descomposición de materia orgánica que se deposita sobre él, donde intervienen microorganismos como hongos, bacterias y actinomicetos (entre otros) que le dan vida.

SUELO ARENOSO Contiene partículas más grandes que el resto de los suelos. Es áspero y seco al tacto porque las partículas que lo componen están muy separadas entre ellas y no mantienen bien el agua. Es decir que tienen un buen drenaje. Pero depende para qué se lo quiera utilizar. No son los de mejor calidad para la agricultura ya que no retienen los nutrientes. Las plantas en suelos arenosos no tienen la oportunidad de aprovechar bien los nutrientes de forma eficiente por la velocidad con la que el agua se drena. Tiene la capacidad de retener mejor el calor, así que en cuanto llega la primavera resulta más cálido que otro tipo de suelo. Los árboles que soportan suelos arenosos son entre otros el aguacate, las palmeras, los pinos, eucaliptus o los cipreses. Los almendros, la uva de mar, marañon, noni, fruto de pan, acacias, entre otros.


SUELO LIMOSO Estos tipos de suelos se componen de partículas muchísimo más pequeñas y suaves al tacto que los arenosos. Los suelos limosos retienen el agua y los nutrientes por más tiempo. Su color es marrón bien oscuro, y el limo no es más que una mezcla de arena fina y arcilla que forma una especie de barro suave. Lo podemos encontrar en lecho de los ríos o terrenos con mucha agua donde crecen juncos y plantas acuáticas. Son suelos muy fértiles dado su grado de humedad y nutrientes. Más fácil de cultivar que suelos arenosos o los de arcilla. La materia orgánica presente en este tipo de suelos se descompone con rapidez, por esto es un suelo rico en nutrientes y a veces puede oler un poco mal, como a podrido, debido a la descomposición en el agua. En los suelos limosos pueden crecer casi todos los tipos de árboles y plantas, salvo las que necesiten condiciones muy secas. Crecen bien árboles como los sauces, los fresnos, o los álamos. La pitra y los arrayanes en clima frío. Los manglares cerca del mar.


SUELO ARCILLOSO Este tipo de suelo está formado por granos finos de color amarillento o rojizo, arcilla en un 45%, retienen mucho el agua y se forman charcos. Si se mezcla con humus son muy buenos para cultivar. Tienen gran poder de retener agua y nutrientes pero una baja porosidad así que es difícil trabajarlos. Su textura y viscosidad hace que las raíces no tengan una adecuada aireación y por lo tanto se pueden pudrir. Cuando se moja, la arcilla se expande y cuando se seca, se contrae, y se cortajea, es por esto que es difícil para trabajarlo. En este tipo de suelos no se puede plantar cualquier tipo de plantas o árboles, funcionan los que tiene raíces de ir hacia zonas más profundas buscando aireación. Como la melisa o el nogal, los alisos, el fresno, o el álamo blanco, hablando de árboles.


SUELO CON GRAN CANTIDAD DE MATERIA ORGÁNICA Es el más excelente suelo para el cultivo. Es de color oscuro marrón o negro. Tiene textura suave y un alto contenido en agua y nutrientes. Suelen estar saturados de agua pero una vez drenados son excelentes para el cultivo. Los reconocemos porque la tierra queda pegada a nuestras manos, tienen una gran cantidad de humus. También tienen una gran cantidad de microorganismos, normalmente aquí encontraremos los micelios que son los encargados de la descomposición de la materia orgánica. Esta tierra contiene mucho humus, el cual protege el suelo de la erosión de la lluvia, permite que el agua penetre con profundidad, reduce la erosión debida al viento, aglomera las partículas pegajosas del suelo y forma un suelo más grueso. Reduce la temperatura del suelo en verano y la eleva en invierno, proporciona nutrientes a las plantas, y los libera con lentitud para que los absorban fácilmente. Permite que el suelo retenga agua como una esponja y no la pierda por evaporación, hace que los cambios químicos no sean drásticos. Desprende ácidos orgánicos que neutralizan suelos alcalinos, libera los minerales del suelo para que los absorban las plantas, retiene el amoniaco y hace que el nitrógeno no se libere a la atmósfera y ayuda a las plantas a ser más resistentes contra plagas y enfermedades. El suelo de materia orgánica es perfecto para todo tipo de semillero al ser poroso y retener bien la humedad, pero debemos estar seguros de que sea humus maduro ya que si esta muy fresco, puede inhibir la germinación de la semilla.


SUELO SALINO Son característicos de regiones secas o cercanas al mar. Su alto contenido en sales influye en las plantas, no son suelos buenos para la agricultura ya que causan dificultades en su crecimiento. En este tipo de suelos los cultivos crecen poco ya que se acumulan las sales solubles en la zona de las raíces. Se suelen reconocer a la vista por el cultivo de plantas débiles y raquíticas y por la presencia de costras blancas de sal en la superficie. Entre los árboles resistentes a los suelos salinos destacan: el madroño, la morera, la acacia, el arce, el cedro, el algarrobo o el ciprés común. El almendro, la uva de mar, el noni, fruto de pan. Si la planta supera las primeras etapas de crecimiento luego es más fácil sobrevivir en estas condiciones.


SUELO FRANCO Está formado de la siguiente manera: Arena: 45 % Limo: 40 % Arcilla: 15 % Por su textura equilibrada así como por mejores características físicas y químicas, este tipo de suelo es el más apto para el cultivo. La mayoría de las especies de plantas se desarrolla de manera adecuada en este tipo de terreno, por esto hay que mantenerlo fértil de manera natural.


ANÁLISIS GRANULOMÉTRICO

El análisis granulométrico lo podemos llevar a cabo de dos maneras: Por tamizado o de forma líquida por sedimentación.Para esto necesitamos:

- Botellas plásticas o de vidrio, o frascos trasparentes para poder ver lo que sucede. Necesitaremos cantidad necesaria correspondiente a la cantidad de muestras de suelo que tomaremos.

- Sal (una cucharadita por cada botella)

- Una prueba de suelo de cada lugar del terreno que se quiera analizar

- Agua

Primero procedemos a hacer una muestra de nuestro suelo que puede ser de unos 50 a 80 cm de profundidad. Para esto haremos un hueco que no tiene porqué ser muy ancho y extraeremos la tierra. Es mejor que sea suelo seco, sino esperamos a que la muestra se seque sobre una servilleta de papel. Una vez que tenemos la muestra seca, la introducimos dentro de la botella hasta pasada la mitad, agregamos el agua, casi hasta el tope, dejando un poco de aire para poder mezclar. Añadimos la cucharadita de sal, cerramos la botella y la agitamos bien. Luego la dejaremos estacionarse sin tocar por un día aproximadamente, y veremos que ocurre cuando los elementos comienzan a decantar. Lo que observaremos a continuación dentro de la botella son los diferentes elementos que componen nuestro suelo. Lo que se depositará más abajo será la grava, ya que es más pesada.

Luego veremos la arena, más arriba la arcilla, seguida por limo y por último la materia orgánica, de color negro más oscuro. También podremos observar ciertas cantidades de capa vegetal flotando en la superficie del agua.

GRAVA Es observable y reconocible a simple vista. No se compacta aunque esté húmeda, son granos sólidos y duros. No retienen el agua.


ARENA Todavía es observable a simple vista. Los granos se apelmazan si están húmedos, debido a la importancia de las tensiones capilares. Se separa del agua muy fácilmente. Los terrenos secos tienen una ligera cohesión, pero se reducen a polvo fácilmente entre los dedos.


LIMO Son partículas invisibles. Retienen el agua mejor que los anteriores En general son algo plásticos Los terrones secos se apelmazan, pero se pueden reducir a polvo con los dedos Si se forma una pasta agua-limo y se coloca sobre la mano, al golpear con la mano se ve cómo el agua se exuda con facilidad. Tacto áspero. Se secan con relativa rapidez y no se pegan a los dedos.

ARCILLA También son partículas invisibles Consisten en su mayor parte en minerales arcillosos El tacto es suave Los terrones secos se pueden partir, pero no reducir a polvo con los dedos Se secan lentamente y se pegan a los dedos. Por ello la capacidad de retención del agua es muy grande


MATERIA ORGÁNICA También son partículas invisibles Son de color negro oscuro, tienen presencia de humus Tienen buen olor Al tacto, se pega a las manos Con el agua se compacta pero es muy fácil de descompactar.


Sabemos que es muy importante saber con qué clase de suelo contamos en nuestro espacio, ya que esto será un factor beneficioso o limitante a la hora de sembrar, construir, y vivir.


Para cultivar, necesitamos suelos fértiles, pero si es que vamos a construir, es bueno contar con arcilla.... Esta puede ser una primera aproximación para saber un poco más sobre nuestro suelo.


Los invitamos a que hagan su prueba.

1206 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page