¿QUÉ ES UNA YURTA?
La Yurta, o Ger, es el hogar tradicional de los pastores nómadas de la estepa de Asia Central.
Hay dos tipos de yurtas en función del país de origen: la yurta de Mongolia y la yurta de Kirguistán. Se diferencian por pequeños detalles de la estructura. La yurta mongola existe desde hace más de 2000 años...
La palabra yurta es el principio de una palabra turca que se refiere a la huella dejada en el suelo por una yurta movida. En Kazajstán es «casa de sentido»; en Kirguistán «casa gris», por el color del fieltro. “Ger” es su nombre en mongol, el cual significa casa o vivienda.
Se caracteriza por su capacidad de ser armada y desarmada fácilmente ya que es una estructura modular, desmontable y transportable: los nómadas mongoles cambian de lugar de vida a cada temporada, para que el ganado pueda comer. La yurta es a menudo trasladada y reconstruida en el nuevo lugar.
Varias de sus partes son de diversos materiales y puede ser armada y desarmada en un par de horas. Desde tiempos antiguos ha tenido significado místico: representa el Universo en el microcosmos: el suelo (la tierra), el techo (el cielo), la corona del techo (el sol). Está orientada a las cuatro esquinas de la Tierra.
¿POR QUÉ ES MARAVILLOSA ESTA ESTRUCTURA?
La Yurta tiene una forma orgánica circular, resistente y estable que ofrece resistencia al viento. Su comportamiento durante tormentas es excelente, el viento pasa alrededor de ella, sin afectar en lo absoluto a la estructura.
Es un refugio económico por rendimiento ya que el circulo permite mayor superficie a menor perímetro, además de que la estructura es original, práctica y natural y se adapta a cualquier clima.
Sus espacios resultan muy armoniosos y cálidos, tanto por la forma de la estructura como por la iluminación natural que crea un ambiente especial que invita al tanto al recogimiento como a la conexión con la naturaleza... ¡y el hecho de que sea móvil te permite la libertad de adaptarla a diferentes espacios en muy poco tiempo!
Es por esto que nos agrada mucho mantener viva esta tradición milenaria a través del diseño y construcción de yurtas para re-adaptar esta estructura a diferentes contextos actuales: salones de clase o de juego, espacios de meditación, yoga, encuentros, eventos, invernaderos, huertos, casas de huéspedes, ferias móviles, campings... y todo lo que la imaginación nos permita crear!